Carmen y Paco somos un matrimonio que hemos hecho de la gastronomía nuestro modus vivendum.
Carmen disfruta atendiendo a sus clientes y el trato es de lo más familiar que pueda ser.
Sumiller titulada . Conoce su bodega a la perfección y no hay en ella ninguna botella de la que no pueda decir como es el vino o como va a evolucionar. Discreta, no existe más profesionalidad que la que se ha forjado ella misma día a día.
Amable y honesta. Aconseja lo mejor que puede a los clientes. Lo mejor a veces no es lo más caro, y la necesidad o la demanda del cliente es lo que hay que atender y sobre todo hay que hacer traspasar los límites del confort humano. En eso ella es una experta.
Paco es un enfermo de la cocina. Cocinero de raza, como los que ya quedan pocos. Un largo camino profesional por las grandes cocinas tanto de aquí como de fuera. Una técnica excepcional y una aplicación a su cocina que diluye cualquier ápice de ella. En sus manos la técnica culinaria es tan natural que parece no existir.
Se atreve con las piezas más exigentes. Igual da pescados que verduras así como carnes y arroces, que domina desde sus inicios y su origen valenciano del barrio del Cabanyal. Su amado y querido barrio. Sus recuerdos de la infancia y juventud. El olor a mar y a huerta. Como las carnes más selectas de nuestra península. Mezcla de productos mediterráneos y un bagaje por la cocina francesa, española e italiana que configuran a un experto en cocina tradicional.
Las brasas y el fuego vivo son su tratado de cocina. Cocina primitiva, como la de antes. Chup- chup en cazuelas y largas cocciones. El resultado una palabra. Sabor.